En Navidad llegaron nuevos juguetes a casa: un perrito que camina y un set de ponis. Los niños encontraron rápidamente nuevos favoritos, pero pronto nos topamos con un pequeño “problema práctico”. Los nuevos amigos no tenían dónde vivir. Sin casita, sin establo, ni siquiera un pequeño cercado. Así que nos pusimos manos a la obra en familia.
Utilizamos lo que teníamos a mano: piezas de nuestro juego familiar y juego de construcción, una tabla de madera como base, un techo hecho con una bolsa de regalo de papel… y en pocos minutos, los nuevos juguetes ya tenían su propio espacio. No solo fue una alegría para los niños, sino que además fueron ellos quienes imaginaron la idea y la construyeron con nuestra ayuda.
Ese momento nos recordó una vez más por qué nos gusta tanto nuestro juego familiar y juego de construcción: su versatilidad. Es un juego que no se agota con una sola instrucción. Las piezas no están destinadas únicamente a un objetivo fijo, sino que se adaptan a la imaginación infantil. Hoy es una casita o un establo, mañana un garaje, un puerto, una estación espacial o una cueva de dinosaurios. Las posibilidades son realmente infinitas – solo hace falta dar espacio a la imaginación de los niños… y a veces también a la nuestra.
Lo que más nos gusta es cómo se puede combinar con otros juguetes. Por ejemplo, una base espacial: construida con piezas de madera, complementada con un transbordador de un famoso juego de construcción de plástico danés y pequeños astronautas de huevos de chocolate sorpresa. En un instante, se crea toda una misión lunar. Los niños inventan su propio mundo, donde nada está definido de antemano. Y ese tipo de juego suele ser el mejor.
Debemos admitir que no nos gusta acumular demasiadas cosas en casa, especialmente aquellas que tienen un solo propósito. Ya sabéis cómo es: cada juguete comercial viene con sus propios accesorios – su casita, su carrito, su puesto, su garaje, etc. Y si, como nosotros, tenéis tres hijos con intereses distintos, haría falta una habitación del tamaño de un pequeño complejo deportivo (sí, exageramos un poco – pero seguro que entendéis lo que queremos decir).
Por eso valoramos mucho los objetos que son versátiles y duraderos. Que no aburren a los niños, porque les permiten crear algo nuevo cada vez. Que no están pensados solo para “jugar según las instrucciones”, sino que abren la puerta a mundos propios.
¿Y si algo no sale como esperaban? No pasa nada. No se trata de perfección, sino de disfrutar creando. Y de que los niños aprendan a pensar de otra manera – a no necesitar accesorios nuevos para cada juguete, sino a aprovechar lo que ya tienen.
Si estáis buscando algo que crezca con vuestros hijos, que los divierta y estimule su desarrollo – quizás no necesitéis un nuevo juguete. Tal vez solo hace falta una nueva mirada sobre los que ya hay en casa.

Share:
SOUND LinkUpp - Mejoras y ampliaciones
SOUND LinkUpp - Jugamos con los niños